La sistemática que adopta el autor en esta obra obedece a un doble interés, pedagógico y praxico, cuya exposición se basa en una visión lineal, de cómo pueden plantearse las grandes cuestiones de la prueba en un universo científico que hasta hace poco le había prestado muy escasa atención. Para esta sistemática se ha inspirado en la sugerente formula que en su dia nos diera COUTURE cuando escribió que? los problemas de la prueba consisten en saber que es la prueba; que se prueba; quien prueba; como se prueba; y que valor tiene la prueba conducida? (Fundamentos de derecho procesal civil. 3ªed). Considera el autor que esta formula proporciona no solo una exposición cómoda y panorámica de la disciplina, sino que también facilita el centraje de sus grandes problemas. La solución de algunos de los mismos para, allí donde sea necesario, por la adopción de un método creativo que obviamente no es infalible, pero que ha sido destilado de lo que llamamos principios generales, -es decir, lógica y experiencia con una cierta dosis de tradición como conservante- amén del camino meritoriamente ya desbrozado por la jurisprudencia dentro de estos últimos años. Si a todo esto añadimos, o mejor dicho, colocamos en primera línea las considerables innovaciones, no exentas de peligrosa oscuridad, que presenta la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil en materia de prueba y trata de interepretarla e integrar sus numerosas lagunas de un modo instrumental operativo.