El sistema matrimonial de los Estados Unidos de América es complejo y, en general, poco conocido en el ámbito europeo. Está compuesto por cincuenta sistemas diferentes, uno por cada estado, integrados en una peculiar estructura federal. Las particularidades del sistema se ponen de manifiesto, de manera singular, en la regulación de la forma del matrimonio, que es analizada desde una perspectiva histórica y sistemática.
Por otra parte, la distribución de las competencias sobre el matrimonio de acuerdo con los principios constitucionales se ha visto alterada por un proceso de federalización del matrimonio, iniciado por los tribunales a mediados del siglo pasado, y en el que, actualmente, se ha implicado ya el Congreso de los Estados Unidos. Las consecuencias de este proceso sobre la institución matrimonial son imprevisibles.