En una sutil introducción a los debates postmodernos, Steven Connor investiga la condición postmoderna a través de géneros y disciplinas tan diversas como la filosofiía, la teoría política, arquitectura, arte, fotografía, literatura, teatro, cine, televisión, cultura popular, los medios de comunicación y la política cultural contemporánea. En vez de argumentar a favor o en contra de la postmodernidad, la obra de Connor trata al debate postmoderno como un fenómeno autorreflexivo, cuya naturaleza y forma reflejan por sí mismas las condiciones de lo postmoderno. Al tiempo que revisa el contenido del debate sobre la postmodernidad. Connor considera las condiciones institucionales y el reagrupamiento intelectual que estructura las diversas teorías posmodernas, argumentando provocativamente que la teoría postmoderna, aunque proclama una apertura y diversidad nuevas en la cultura global, también actúa como forma de contención cultural y límite de dicha apertura. La obra concluye con un análisis de la naturaleza y efectos de los lenguajes críticos contemporáneos y una consideración de las posibilidades de una ética cultural y política de la postmodernidad.