La actual ominipresencia de la Administración en todos los ámbitos sociales y económicos, exige a ésta incorporar a su organización un creciente número de funcionarios. Al propio tiempo, la vigente situación de fragilidad en el empleo, convertirá la seguridad y estabilidad que grantiza la función pñública, en aspiración de amplios sectores de la población. Por ello no va a impedir que se cuestione la subsistencia de la relación funcionarial, propugnando como más eficaz la alternativa del modelo laboral. Por otro lado, el carácter conflictual de la relación entre Administración y su personal, producirá la asunción de los instrumentos laborales de defensa de los intereses colectivos, y la permeabilidad a las mejoras de este sector, lo que hará perder rigidez al régimen estatutario y ganar en flexibilidad. Al estudio de este marco jurídico de derechos y obligaciones funcionariales, tanto individuales como colectivos, dedicamos este trabajo.