A Javier Urra le ha salido una obra mucho más amplia que cuanto sugiere su título. Violencia. Memoria amarga nos lleva a sus raíces en el tiempo, a las causas de la agresividad y a sus tratamientos posibles, pero sobre todo es una obra llena de humanidad.
Como a todos los grandes predicadores de la justicia, que nadie le pida imparcialidad. Pedidle pasión. Urra hace un ejercicio de realismo, grita enormes disconformidades, descubre impresionantes casos reales, se acerca a las víctimas, examina el papel de los medios de comunicación, afronta la cuestión del terrorismo, aporta recetas de vacunas...
Usted tiene en sus manos una guía para moverse en la selva de episodios que demasiadas veces son noticia. Tiene un gran libro de investigación y consulta.