Desafortunadamente en los tiempos que nos ha tocado vivir, la palabra violencia tiene un uso demasiado común. Constantemente, en la calle, en los medios de comunicación, y a veces, en nuestros propios hogares, oímos esa palabra u otras de signifi - cado parecido. \
Violencia machista, delincuencia habitual, guerras, genocidios o ejecuciones son conductas habituales en este complejo mundo. \
Es muy probable que la violencia sea algo con lo que nacemos. Una especie de programa maldito que aparece pre-instalado de serie en nuestro cerebro. Esta es una vieja tesis, no sólo sostenida por muchos estudiosos del tema contemporáneos o de un pasado reciente, sino por grandes filósofos que vivieron y pensaron incluso antes de la era cristiana. \
Puede que sí. Que tengamos innatamente el germen de la violencia, la agresividad y la destrucción dentro. Pero lo que es seguro es que para que ese cáncer psicológico prospere y estalle, es necesario un proceso de aprendizaje y de experiencias vitales que lo críen y desarrollen. La clave, la mejoría, la reducción y el intento de erradicación de la violencia está en los jóvenes. En educar adecuadamente, en prevenir. \
Hay muy poca gente cualificada para escribir sensatamente sobre el tema. Las autoras de esta excelente monografía que usted tiene en sus manos, me consta que tienen, sobradamente, la cualifi cación teórica y práctica necesaria para hacerlo. La violencia es un tema vendible. Todo el mundo presta atención cuando de ella se habla, y mucha gente da su opinión. Josefa Sánchez, Mª José Ridaura y Cristina Arias nos ofrecen un manual que va mucho más allá. Dominan las bases de la Terapia Cognitivo-Conductual y tienen una experiencia clínica intensa y dilatada en el campo.