Como la liebre de la f225;bula, la sociedad occidental conf237;a en la rapidez, es decir, en la certeza del pensamiento l243;gico, directo e inequ237;voco. Tan seguros estamos de poder resolverlo todo con la inteligencia racional que hemos olvidado que la calidad necesita un tiempo de maduraci243;n, y que la creatividad s243;lo surge cuando la mente puede jugar y ensimismarse. Y esa es la virtud de la tortuga, que aunque no es capaz de apresurarse, es la 250;nica que puede encontrar salida en situaciones en las que la l243;gica no sirve.
En este libro tan apasionante como riguroso, Guy Claxton explica las diferencias entre una y otra forma de pensamiento, desvela las 250;ltimas teor237;as en ciencias del conocimiento y nos sugiere que, en un mundo cada vez m225;s complejo y cambiante, ha llegado el momento de dejar participar a la tortuga.