Los debates televisados entre candidatos políticos suelen incrementar el índice de participación electoral de los ciudadanos y reforzar a los públicos favorables, pudiendo atraer asimismo a los indecisos y públicos flotantes en general. Para una óptima efectividad, los líderes que intervienen en dichos debates han de armonizar el lenguaje verbal y el no verbal, lo que se dice y cómo se dice, teniendo en cuenta adicionalmente las variables teórico-técnicas de realización audiovisual y puesta en escena. Los debates televisados entre los líderes de PP, PSOE e IU para las elecciones de 2003 en la Comunidad Autónoma de Madrid y para el Ayuntamiento de Madrid, son un buen ejemplo de todos y cada uno de los aspectos relevantes de tales eventos electorales. En la presente obra se analizan profundamente dichas variables y sus posibles consecuencias para los aludidos líderes y partidos.