LA BANDA DE MÖBIUS, ese bucle continuo de una sola cara y un solo borde que desafía el sentido común y cobró celebridad gracias a las ilustraciones de M.C. Escher, nos introduce en un lugar donde lo puramente intelectual penetra en la vida cotidiana; donde nuestros sentidos, angustiados con el precio de la gasolina y qué comer a mediodía, asimilarán ideas verdaderamente insólitas. La historia de la banda de Möbius arranca a mediados del siglo XIX, cuando el doctor August Möbius, un científico visionario, describió las propiedades de superficies de una sola cara, hasta llegar al presente, donde forma parte de las matemáticas, la magia, la ciencia, el arte, la ingeniería, la literatura y la música. Esta cinta se ha convertido en metáfora de cambio y renovación. La banda de Möbius abarca desde moléculas y esculturas en metal hasta sellos de correos, estructuras arquitectónicas y modelos de todo el universo, y dirige la mirada del lector hacia formas de pensar y mundos completamente nuevos a medida que el autor viaja a través de culturas y atisba más allá de la realidad ordinaria. La banda de Möbius es un manantial infinito de formas que demuestran que las matemáticas se han infiltrado en todos los campos del quehacer científico. De hecho nos sirven para explicar los colores de una puesta de sol o la estructura del cerebro, para construir aviones supersónicos y montañas rusas, para simular el flujo de los recursos naturales, explorar realidades cuánticas subatómicas o describir galaxias lejanas. Siguiendo la senda de la banda de Möbius descubriremos hasta qué punto ha cambiado nuestra concepción del cosmos gracias a las matemáticas.