Todos sabemos de la vastedad del Universo, pero ignoramos las leyes que lo rigen. ¿Y si, después de todo, fueran pocas y simples? El Universo es algo inconmensurable y sorprendente, por ello los grandes científicos de todos los tiempos han intentado explicar su génesis, comprender su funcionamiento y predecir qué sucederá con él en un futuro remoto. Se han desarrollado cientos de teorías que han servido directa o indirectamente para describirlo de forma parcial: termología, espacio-tiempo, relatividad e interdependencia, gravedad invertida, fractales o las teorías de los universos paralelos son algunas de ellas; pero ¿cuántas cosas se quedan en el tintero? El Universo Reflexivo, utilizando las investigaciones de las modernas teorías científicas defiende que la ciencia actual se encuentra limitada a causa de sus métodos de segmentación de la realidad. Si queremos seguir avanzando nos vemos obligados a mirar con recelo a la lógica –que por condición es lineal y bidimensional– y confiar un poco en la casi olvidada intuición y su capacidad de expansión. Nuestra realidad parece ser fluctuante, relativa, interdependiente y multidimensional, por lo que para poder comprenderla debemos salirnos de la razón y pensar de una manera más global. ¿Conseguiremos por fin una Teoría Unificadora? Puede que no nos guste demasiado, pero en principio la única verdad que se puede sostener es que todo es infinitamente relativo entre sí. Y no nos gusta porque la imagen de una realidad que cambia dependiendo de cómo se mire nos resulta muy vertiginosa, nos asusta.