Tras realizar Goldfish , Michael Bendis tenía claras varias cosas: no había acabado de explorar al protagonista de su anterior trabajo; no quería que su próximo personaje fuera un desarraigado; sabía que no iba a repetirse a si mismo; creía que no valía la pena decir nada sobre la policía (según él, eso ya lo había hecho la serie televisiva "Homicidio") y, por último, era el momento de profundizar en la psicología femenina. De todo eso surgió esta historia: la vida de Jinx Alameda, una cazarrecompensas dura e implacable que combina la captura de delincuentes con el inicio de un romance con David Gold, jugador de ventaja que se esfuerza por abandonar el mundo del crimen, a pesar de los esfuerzos de sus socio por conseguir todo lo contrario.