Mirando lo que nos rodea con el lápiz en la mano, atraemos las cosas hasta muy cerca. A veces tan cerca que llegamos a perderlas de vista ?o nos perdemos en ellas hasta la locura?. Efectivamente, también se habla de locura en estas páginas. Pero de una locura suave, alegre. Una pérdida de sí mismo para una mayor presencia de todo. No es extraño pues que este álbum recuerde por momentos a un breviario para una vida mejor, a un manual de supervivencia para robinsones de salón, a un compendio de micro satori y mini incidentes, a una agenda para el tiempo suspendido, a un bloc de notas para visitas imposibles de lugares humildes...