Directivos, no MBAs examina las cosas que funcionan mal en el sistema actual. Los programas convencionales de MBA están básicamente dirigidos a gente joven con escasa o nula experiencia. "Esta es la gente equivocada" según Mintzberg, "pues dichos programas subrayan el análisis y la técnica". Estos son los métodos equivocados. Dejan a los titulados con la falsa impresión de que han recibido formación para ser directivos, lo cual tiene un efecto corrosivo sobre la práctica de la dirección, así como sobre nuestras empresas.
Mintzberg describe una forma muy distinta de abordar la formación de directivos, a los cuales anima a que la practiquen a partir de sus propias experiencias. Nadie puede pretender que de las aulas salgan directivos. Pero los directivos que ya lo son pueden mejorar significativamente su práctica en una buena aula que aproveche esta experiencia. Los programas de MBA convencionales, al ser concebidos para personas sin experiencia directiva, subrayan en exceso el análisis y denigran la experiencia. Eso da lugar a una impresión distorsionada de lo qué es la dirección. En las aulas no se crean líderes. Pero las personas que ya han practicado la dirección, sí pueden mejorar significativamente su efectividad si tienen la oportunidad de aprender a través de su propia experiencia.
Mintzberg aboga por abordar la dirección desde un punto de vista más atractivo y así afrontar la formación de los directivos desde un punto de vista más reflexivo. Esboza también la manera cómo las escuelas de negocios pueden llegar a convertirse en verdaderas escuelas de dirección.