El fenómeno de la globalización ofrece extraordinarias posibilidades de desarrollo para las redes de criminalidad organizada dedicadas a actividades como el tráfico de drogas, el comercio ilegal de armas, la inmigración clandestina, el soborno y los fraudes financieros, entre otras.
Para que estas redes puedan utilizar los fondos generados por las actividades delictivas sin levantar sospechas, tienen que distanciar el dinero de su origen mediante el oportuno proceso de blanqueo.