¿Puede el arte transformar la sociedad? El Living Theatre es el último intento de revolución desde la cultura. Es la historia de una utopía, de sus contradicciones y de su imposibilidad.
¿Influye de alguna manera el arte sobre el ser humano? ¿Transforma su conciencia? ¿Cambia su vida? En la apasionante historia cultural del siglo XX nadie intentó responder estas preguntas con tanto empeño como el Living Theatre. Eslabón entre la vanguardia europea, la generación beat, el hippismo y el tercermundismo, el legendario grupo de teatro experimental liderado por Judith Malina y Julian Beck se planteó un ambicioso objetivo: primero quisieron revolucionar la sociedad estadounidense con sus obras, en especial con Paradise Now, y luego liberar a los brasileños sometidos por la dictadura militar del general Médici con otra de sus creaciones, El legado de Caín, inspirada en las turbulentas novelas de Sacher-Masoch. Lanzaron una revolución cultural en una democracia y meses después en una dictadura. ¿Cuáles fueron los resultados de esas dos batallas? ¿Logró el Living Theatre cambiar la realidad?
Tanto en su peregrinaje a lo largo y ancho de Estados Unidos llevando el mensaje de Paradise Now, como en su búsqueda de los más pobres entre los pobres en las favelas y barriadas de São Paulo, Río de Janeiro y Ouro Preto, el grupo se reunió y conspiró con las grandes personalidades de la cultura de todo el continente. Quiso inventar un Paraíso y finalmente lo consiguió. Pero, ¿era el que buscaba? Hasta el día de hoy, el Living Theatre ha luchado por ampliar la esfera de libertades, actuando no solo con osadía, sino con valentía, para desafiar el autoritarismo y las convenciones que acotan la libertad individual.