La horticultura de ciclo manipulado, desde sus inicios, ha sido objeto de atención por parte de varios colectivos - investigadores, políticos - e incluso de los medios de comunicación. Y no sólo por su importancia económica y de innovación tecnológica, sino porque, con más frecuencia de la deseada, ocupa las primeras páginas de periódicos y noticiarios en relación con los conflictos entre productores españoles y agricultores franceses, italianos u holandeses que intentan impedir la entrada en sus mercados de estos frutos españoles, que gozan de gran competitividad en comparación con los producidos en aquellos otros países comunitarios.