Jeremy Harding ha conocido las fronteras, con sus alambradas de espino, y ha hablado con los hombres armados que las custodian, ha acompañado en su viaje a estos nuevos parias de la tierra, pero tambén ha conocido los despachos de los legisladores y las moquetas del poder. Este es un libro poderosos, entre el ensayo y el reportaje, que deja sin duda un regusto amargo tras la lectura y que contiene más preguntas que respuestas. Su edición era necesaria, su lectura imprescindible.