Este libro, además de la razonada respuesta a la que el título alude, una sátira desternillante y mordaz de la relación entre padres e hijos que engloba desde unas sugerencias revolucionarias -aunque tal vez algo sangrientas- para revitalizar la fiesta de los toros, hasta las divertidísimas andanzas de una familia de gallegos trashumantes con un peculiarísimo sentido de la moralidad. Y todo ello con un humor ácido, cínico e irreverente, muy poco usual en las letras españolas de hoy. Pues, como dice el autor, la seriedad es el único recurso de las personas sin talento.