"Prólogo de Enrique Vila-Matas.
Como si de un cuento se tratara esta historia arranca con: «Érase una vez dos huérfanos que vivían en una pequeña aldea...»; pero este cuento no es realmente inocente, ni está por completo desprovisto de crueldad.
En la persona de Nam, un joven vietnamita refugiado en Francia, Lan cree reconocer al príncipe encantado. Simpatizan, se hacen confidencias, se inventan un territorio secreto, construyen un mundo que les protege de los malos recuerdos y les ayuda a preservar los buenos. Lan está muy enamorada de Nam, pero algo aleja los gestos del amor: el apuesto muchacho la trata con cariño, con afecto, pero el sentimiento que emana de él es fraterno. Minh Tran Huy dibuja así un relato impregnado un contenido falso candor, que oculta una profunda melancolía y un espíritu de completo desarraigo.
La princesa y el pescador cuenta la historia de un desencuentro amoroso, pero de fondo ofrece una serena meditación sobre el silencio, puntuada por la melodía terrible del sentimiento de las cosas, un taciturno sentimiento de resignación ante la belleza entrevista y perdida.
«Elegante y sutil, La princesse et le pêcheur ha prescindido brillantemente de los códigos de la autobiografía para poder narrar una experiencia universal: el duelo por la infancia y la construcción de uno mismo. En el camino, Minh Tran Huy ha encontrado su identidad: la de una novelista que tiende puentes entre dos culturas.»ANNA TOPALOFF, Marianne
«Minh Tran Huy parece estar siempre al borde de una gran alegría o de una inmensa catástrofe. Desgrana las palabras con prudencia, duda antes de soltarlas. Los personajes tienen vida propia. La de Nam le lleva a desaparecer. Al igual que Shimamoto-san, en una novela de Murakami. Cuando Lan conoce al autor japonés, en las últimas páginas de la novela, desearía formularle una pregunta: ¿qué ha sido de ella? Pero no lo hará. Un silencio más en un libro que encuentra el tono exacto en cada una de sus palabras. Pronunciadas o no.»PIERRE MAURY, Le Soir (Bélgica)
«Minh Tran Huy pertenece a una generación de escritores jóvenes que han escalado las cumbres mismas del mono no aware, pero que al mismo tiempo son conscientes de que no se va muy lejos con la nostalgia y que es mejor escribir, escribir bien, como hace Minh Tran Huy. »
«La gracia de La princesa y el pescador estriba en ese espíritu de completo desarraigo que atraviesa -como un viento de acero en el desierto más frío- toda la novela, vertebrándola de golpe con el más helado soplo de ese mono no aware, desasosiego de los que han entrevisto la belleza -a veces en primeras nupcias con Murakami y Scott Fitzgerald- (...)»ENRIQUE VILA-MATAS
«Construido entorno a una leyenda, que hábilmente entremezclada con la historia desprende de principio a fin una turbadora premonición, este relato es sencillamente excelente. No hay nada que esté de más. Ni digresiones superfluas, ni la más mínima complacencia en la exposición de un cierto dolor interior, ni tampoco ninguna pose de escritor dolido: las frases de Minh Tran Huy caen perfectamente, como si se tratara de una cortina, en este caso sobre un amor y un país perdidos.»ANNE CRIGNO, Le Nouvel Observateur
«Una mezcla entre spleen, Sehnsucht y desassossego. La expresión confiere ritmo a una de las óperas primas más brillantes de la rentrée literaria, La princesse et le pêcheur.» PIERRE ASSOULINE, La République des Lettres
Con una escritura tersa y contenida, aparentemente lisa y esquiva con el dramatismo fácil, la autora logra resaltar las tragedias y los desarraigos que padecen sus personajes centrales y consigue crear una delicada joya literaria: hermosa, brillante y con infinitos reflejos... "