Darcey Steinke propone en este texto una autobiografía espiritual. La escritora americana desvela detalles de su infancia, de la relación con sus padres, de sus problemas en el colegio, de su inseguridad, de sus primeros pasos como escritora, y de su maternidad, en un ejercicio magistral de reflexión. Todo esto se mezcla con su incertidumbre sobre la existencia de Dios. Una vez más la autora nos muestra su instinto narrativo enseñándonos desde su parte más grosera a su parte más excelsa.