En los cuentos tradicionales, muchas veces nos encontramos con reyes, magos, sabios y princesas, que son como arquetipos de partes de nosotros mismos que están dormidas esperando un despertar.
Pero les falta luz, y las luces que nos ofrece el mundo exterior no les sirven.
Cada uno de estos cuentos que te presentamos son como "luciérnagas" o shamirim, que representan esa chispa de luz que nos habita y que en nuestro ajetreo cotidiano parece que hayamos olvidado.
Y hablan de un único tema: de esa luz capaz de despertarnos desde el interior si reparamos en ella y la alimentación.
Tras reflexionar sobre estos cuentos, pensé que si tuviera que quedarme con uno de ellos y desechar todos los demás, me quedaría con el titulado:
Un rey estaba preocupado.
Y es que, tras unos cuantos años paseando por este planeta, me doy cuenta de la fastidiosa sensación de vacío, declarada o inconfesada, que aqueja a la inmensa mayoría de los humanos.
Este vacío es como un pozo sin fondo que nada material consigue colmar.
Y aunque nuestra moderna sociedad de consumo realiza esfuerzos improbos por solucionar este incordio, no lo consigue (a pesar de su variopinta oferta) porque al final, como nos revelan estos cuentos, sólo una cosa te puede llenar: LUZ
JULIO PERADEJORDI
Es autor de diversas obras relacionadas con el simbolismo y el esoterismo, entre las que se encuentran: El cuerpo humano (simbolismo), Símbolos fundamentales del Camino de Santiago, La Cábala y El tarot esotérico, así como también varios libros de cuentos: 56 cuentos para buscar a Dios, Las cinco claves, Las babuchas de Abu Kassim y Los siete sueños de Adán.
Fue fundador de las revistas La Puerta y Esotera, y ha colaborado con Integral, Vital, Le Fil d¿Ariane y Le Miroir d¿Isis.