Difícilmente podrá olvidar cualquier lector las aventuras de las niñas que protagonizan estas dos pequeñas joyas, Altalé y Sorpresa, tan parecidas en sus cualidades, ambas valientes y rebeldes, pero tan diferentes en sus destinos; y muy difícilmente dejaremos de apasionarnos por los personajes que
las rodean, verdaderas creaciones de la literatura fantástica.
«En verdad, estos dos cuentos merecen el arriesgado calificativo de maravillosos. Nos encontramos ante los frutos de una escritora magistral, llena de recursos y dominando siempre con gran templanza y claridad deliciosa su escritura. En estos dos relatos no sobra ni falta ninguna palabra. La autora se arriesga siempre en sus divagaciones, pero sale indemne de sus osadías y retorna segura a la coherencia, a la unidad del relato.»
Antonio Colinas