Un sueño, un recuerdo, una película, un libro, los relatos cercanos que nos contaron padres o abuelos? ¿Qué español no ha oído hablar de la Guerra Civil Española? ¿Quién no se ha hecho una idea de lo que pudo suceder entre 1936 y 1939?
Flores de Guerra es una novela de una historia abierta que ayuda a complementar la que cada uno pueda haberse compuesto de cómo se vivió esa época, en un lugar, por unas familias y con sus propias ideosincracias, a veces contradictorias, que en una dinámica de lucha, desprecio y amores presentan los relatos de hechos que le contaron al autor, o que él mismo leyó o indagó, para lograr hacerse una idea y formularse un criterio de lo que fue la Guerra entre su gente cercana y huir de las versiones oficialistas de cada momento histórico. La lectura de este libro puede servir de guión para iniciar la comprensión de algunos sucesos de aquella época que todavía tenemos desbalagados. Está hecho para que mis hijos tengan el legado de lo que me contaron, lo que no llegué a vivir y que luego condicionó el devenir de España durante los treinta primeros años de mi existencia.
Fácil de leer, en 48 capítulos, difícil de interpretar algunos acontecimientos, hace que nos preguntemos cómo éramos y por qué llegamos a aquella barbarie. ¿Por qué a los políticos se les escapó España de las manos? ¿No eran ellos los que nos debían conducir? Pero el hecho es que lo que cuento sucedió.
Las flores nos aproximan a la tierra, a la vida y al lirismo que destila el transcurrir del tiempo por muy convulsivo que sea. Cada guerra tiene sus flores, sus niños y sus huecos de esperanza. ¿O no somos nosotros un fruto de ellos? La lectura de este libro engancha, nos ayuda a comprender y a aceptar otra época y nos aviva los veneros de la tolerancia.