Este libro ratifica a Miguel A. Zapata como uno de los autores de narrativa breve más interesantes del actual panorama hispano y más fieles al género y a su particular estética. Una suerte de épica del margen recorre los once cuentos de "Esquina inferior del cuadro". Sus personajes no son ni héroes, ni antihéroes, como la posmodernidad define a los perdedores; quizá sólo protagonistas de escenas donde aparecen esquinados, fuera de lugar, ajenos a su tiempo y sus deseos. No son episodios de fracasados o marginales, sino de primeros actores que, por exigencias o ausencias del guión, improvisaron un papel inquietante, terrible o agridulce, que Zapata convierte en una celebración de la belleza, la horrible singularidad y el triunfo heterodoxo.