Consciente de lo extraño del comportamiento del homicida, el fiscal encargado del caso pide ayuda al psicólogo forense Manuel Artacho que, partiendo del análisis de la conducta, comienza a desenredar un misterio donde el pasado y la banalidad del mal son los protagonistas.
Manuel Artacho transitará por las diferentes expresiones del dolor psicológico y físico, al tener que enfrentarse a una de las más devastadoras muestras de la crueldad humana, agarrándose para no sucumbir a la desesperanza en la cotidianidad, en la belleza gastada de lo que le rodea y en la reconfortante sensación de elaborar distintos platos de cocina que comparte con sus lectores para que éstos, si lo desean, puedan unirlos a las recetas que les brindaron Carvalho o Montalbano.
Esta fascinante novela negra, cuyo estilo fluido, directo y cuajado de giros inesperados la sitúa entre las mejores obras del género en Europa junto a las de Vázquez Montalbán, Fred Vargas o Camilleri, no deja indiferente a nadie.
Como los grandes autores de la novela negra J. M. Aguilar es, por encima de cualquier otra cosa, un experto conocedor de la materia de la que están hechos los seres humanos.