Esta novela es un retrato prototípico del ascenso y desengaño de un torero, con claves y un transfondo muy originales debido a las manos, de sobra autorizadas, de las que procede. Con claros elementos autobiográficos y de la fijación de Sánchez Mejías con la figura de Joselito el Gallo, este texto alumbra de manera muy significativa el intenso mundo intelectual en que vivía inmerso el torero, en el que hasta ahora era conocido como promotor y autor teatral, y desde ahora también como novelista. La amargura del triunfo es la única novela que escribió Ignacio Sánchez Mejías, de la que hasta ahora sólo se conocía su anuncio y la lectura de escasas cuartillas en el Ateneo de Valladolid en 1925. Reconstruido y comentado por Andrés Amorós a partir de todo el material manuscrito del propio Sánchez Mejías, hallado recientemente, este texto nos muestra una faceta más de uno de los hombres más populares y proteicos de la cultura española del siglo XX.