Un hombre cae en la nieve, se golpea la cabeza contra un bordillo de piedra y muere; sin embargo, sucede algo extraño: el hombre no está realmente muerto, y el fantasma que ha sido enviado para llevarse su alma a la otra vida queda estupefacto. Tras acudir de inmediato a su jefe, el fantasma le pregunta qué debe hacer, a lo que el jefe le responde que no sabe cómo ha sucedido, pero que están trabajando en ello. Mientras tanto, desea que permanezca junto al hombre para que puedan averiguar lo que está ocurriendo.
El fantasma acepta de mala gana; es un espectro y no una niñera, sin embargo sucede algo inesperado: se enamora locamente de la novia del hombre y las cosas, obviamente, se complican bastante.
Con sus ficciones surrealistas, que combinan hábilmente lo cotidiano con lo extraordinario, Jonathan Carroll se ha ganado un cuerpo de admiradores fieles. Sus obras le han granjeado un reconocimiento mundial, y diversos premios que corroboran su talento.