Con El desengaño en un sueño, el Duque de Rivas introducirá en el estro dramático la modalidad del drama simbólico que intenta dar una trascendencia esencial a la escena.
Si desechamos El parador de Bailén, irrelevante en la trayectoria dramática del Duque de Rivas, El desengaño... sería su última producción para el teatro. Éste es un drama trabajado con el que intentó marcar un nuevo hito en el panorama romántico. Lo escribió premeditadamente para hacer entrar de nuevo en nuestra escena el drama simbólico. En realidad es una derivación de las comedias de magia tan frecuentes en el siglo XVII.
Los estudios y apéndices que acompañan la presente edición aportan los datos y elementos de juicio suficientes para un conocimiento válido de las obras, pero dejan abiertos los problemas para que, dialécticamente, el lector pueda hacer una valoración personal desde la significación de los dramas en el marco estético y social del Romanticismo o desde nuestra perspectiva actual.