El Duque de Rivas está considerado como una de las más importantes figuras del Romanticismo español. Con su drama Don Álvaro o la fuerza del sino señalará las pautas por las que discurrirá el teatro de su tiempo, y constituye la consagración de la corriente romántica frente al clasicismo.
La grandeza de las pasiones, la dignidad del pensamiento, la fluidez espacio-temporal, ese hálito de libertad que, pese al destino, se respira en Don Álvaro, han dado a la obra un carácter vivencial y atemporal que ha hecho factible, siglo y medio después de su estreno, que se siga representando.