Billie Morgan tiene 46 años. Es propietaria de una tienda de regalos. Vive aparentemente tranquila, ya que la acecha un pasado peligroso y un secreto mortal que la condena a vivir con el arrepentimiento.
Tras crecer en el seno de una familia conflictiva, Billie se unió a una pandilla de motoristas cayendo en un comportamiento auto-destructivo del que únicamente le redimía su relación con Mickey, un muchacho afectuoso pero con mala reputación. Cuando un enfrentamiento con Terry, un retorcido yonqui, concluyó con el asesinato de éste, Billie y Mickey cubrieron la tragedia con cortinas de humo. Pero un periodista investiga la “desaparición” de Terry, con lo que la conspiración de silencio amenaza con reventar.