El hielo avanza inexorablemente desde el norte. A través de un paisaje desolado y plagado de peligros, un hombre busca a una muchacha que le rechaza y se escabulle. Su deseo de encontrarla camina parejo al de abandonar el mundo helado y trasladarse a una isla tropical para escribir sobre los lémures cantores. Pero ninguna de estas obsesiones encontrará modo de ser satisfecha. El hombre se convertirá en guerrero, en mercenario, en espía, en el hombre de confianza de aquel que retiene a la muchacha que desea rescatar. La persecución desordenada y angustiosa, es la metáfora del desconcierto y el paisaje, un envoltorio en el que recoger un anhelo loco que no se colma.