Una vieja descreída, una mulata de piernas infinitas, un dandi echado a perder, un antiguo vividor jubilado, un hombre que recuerda su pasado porque el presente no existe... Todo un enjambre de seres que pululan en el barrio llamado del Refugio, como si tal fuera la cazuela donde se cuecen los ingredientes de un guiso madrileño, mientras éstos escapan de sus deseos para no tocar las brasas del infierno. Todo ello mezclado con una pizca de nostalgia y unas gotas de perversión, macerado en el fuego lento de un verano laxo y de una rutina que reconcilia lo excepcional y lo mediocre y que, gracias al autor, se convierte en un magnífico retrato de la miseria humana.
Esta es la segunda novela de Juan Ángel Juristo, un autor que, con una prosa infalible y una trama fascinante, nos descubre un Madrid alucinado y sincrético de principios de siglo.