A finales de los años 70, desaparecido Franco, Miguel es una persona insegura e inestable que no ha resuelto aún su porvenir, ganándose precariamente la vida como «negro» de un realizador de televisión, antiguo compañero de colegio, al que escribe los guiones para sus programas musicales. Su ambición se cifra en hacer una adaptación televisiva de la obra cumbre del legado literario andalusí El collar de la paloma, de Abenhazam de Córdoba.
En una visita a El Escorial, para fotografiar unas ilustraciones de códices de Alfonso X el Sabio en la Biblioteca del Monasterio, para enriquecer ese proyecto, conoce casualmente a una joven, Laura, con la que traba una amistad sui generis. En la relación entre ella, casi adolescente, y él, un hombre maduro, se revive uno de los pasajes más bellos de la obra del autor cordobés.