Zephyr, ahora detective auxiliar en la Comisión de Investigaciones Especiales de la ciudad de Nueva York, se hace pasar por conserje para averiguar quién ha sisado una importante suma de dinero de las arcas de un hotel, y por qué. Pero el descubrimiento de un huésped medio asfixiado en el suelo de la habitación 502 le hará sospechar que en el pintoresco establecimiento suceden cosas más siniestras de lo que parece... Aunque la rápida respuesta de los servicios de emergencia desemboca en una sudorosa cita con un bombero de persuasiva labia, en la imaginación de Zephyr sólo hay sitio para el intento de asesinato que se ha producido en el hotel. ¿Es posible que la entrometida y sabelotodo nipona de la habitación de enfrente sepa más de lo que dice? ¿Y qué tienen que ver las crípticas llamadas de una misteriosa corporación con la víctima de la 502? Abrumada por una creciente presión, Zephyr no tarda en descubrir que su tapadera como conserje no la protegerá demasiado tiempo en un lugar donde el crimen, como la propia ciudad, nunca duerme.