Coloqu233;monos detr225;s de la puerta de la consulta del doctor Siegel. Escuchemos con atenci243;n los di225;logos entre el terapeuta y sus pacientes, y percibamos el respeto y el humor que emplea con cada cliente. He aqu237; una actitud terap233;utica poco convencional que nos descubre que la cura es posible s243;lo si se tiene en cuenta la capacidad de cada paciente para enfrentarse a sus problemas y de imaginarse soluciones: de esta manera, lo que parecen problemas individuales son a menudo estrategias de protecci243;n.
Y es precisamente aqu237; donde se revela la originalidad del Dr. Siegel cuando afirma que nadie mejor que el paciente para saber qu233; es lo que debe hacer con 233;l mismo: donde otros terapeutas pueden diagnosticar resistencias, fracasos, neurosis o psicosis, Siegel encuentra lealtad, generosidad y un 237;ntimo deseo de evitar la fragmentaci243;n de la personalidad.
Doce historias que se leen como novelas de detectives: al final de cada una de ellas el autor nos ofrece las claves para una interpretaci243;n que escapa a la perspectiva terap233;utica tradicional.