Esta es la mejor novela del siglo XVI. (...)El relato es un caso en sí, escrito a ruegos de un Vuestra Merced, pero también una autobiografía que, con carácter irónicamente ejemplar, está compuesta por su protagonista para que llegue a un público lector más numeroso, como advierte en el prólogo. (...)Se cruzan dos temas, interfiriéndose, el de la honra y el religioso (...) Que en el Lazarillo existe un fuerte anticlericalismo es un hecho innegable, y es éste uno de los soportes satíricos de la obra. La propia constitución de la obra la hace ambigua, polisémica, el problema radica en saber si el autor pretendió esta ambigüeadad de lectura.(De la Introducción de Alberto Blecua)