Un libro escrito por un viajero es siempre interesante. Pero cuando ese viajero es, además, diplomático, el calificativo que merece es apasionante. Al hilo de su historia personal, don Santiago de Churruca, conde de Campo-Rey, va desgranando las claves históricas y políticas de los últimos cincuenta años del siglo XX, con una prosa ágil y no exenta de ironía y humor.