En el siglo XVI la lengua española adquiere una importancia capital gracias a la acción del Emperador. De hecho se publican a lo largo de toda la centuria varias gramáticas y diccionarios bilingües. Los autores se preocupan por la variedad y el origen de las lenguas y temen que al español le ocurra lo que al latín: que, una vez alcanzada su perfección literaria, se disgregue, disolviéndose en sus dialectos por lo cual pretenden fijarlo codificando sus normas gramaticales.
La postura de Valdés es verdaderamente original. Escribe para que los italianos puedan entender sus escritos y considera que la literatura en español apenas si tiene un par de obras dignas. Toma como base o fundamento de sus reglas (más léxicas y fonéticas que gramaticales) la lengua del pueblo, reflejada en sus refranes. De aquí que esta obra tenga gran importancia como testimonio del estado de la lengua en el Renacimiento.
En definitiva, una edición del profesor Quilis imprescindible para cualquier estudioso y amante de la lengua española.