El río de la luna, publicada en 1981 y galardonada con el Premio de la Crítica, relata una historia de amor que encubre una tragedia contenida, engranada en una serie de intensidades, paroxismos y fracasos que la transforman en una combustión perpetuamente inacabada. La estructura de la novela, dividida en cinco partes aparentemente disímiles, se sobrepone a la vanguardia verbalista merced a una poderosa elaboración textual, construyendo un apólogo múltiple y un itinerario desencantado en el que se proyecta la sombra de la tragedia. Se trata de una educación sentimental en la que las epifanías eróticas resumen un mundo y un contexto colectivo transparentados a través de la experiencia individual.La historia personal del protagonista gira en torno a la eterna búsqueda de la propia identidad, que discurre abruptamente por una sociedad española mesiánica y mediocre, cuyo único sentido del bienestar es el sometimiento y la negación de la felicidad y en la que la lucha del héroe quizá no sea sino un encuentro sin reposo -en el camino del deseo y de la muerte- consigo mismo y con el dilema inevitable de lograr ser con la vida o intentar derrotar a la vida.