En cierta forma, la creación tecnocientífica, la divulgación o popularización de la ciencia y la buena ciencia-ficción se presentan como tres niveles de la necesaria comunicación de las ideas científicas entre los seres humanos de una sociedad como la actual que vive directamente las consecuencias de las realidades tecnocientíficas.
La ciencia-ficción es una narrativa que nos presenta especulaciones arriesgadas y, muy a menudo, francamente intencionadas que nos hacen meditar sobre nuestro mundo y nuestra organización social, o sobre los efectos y las consecuencias de la ciencia y la tecnología en las sociedades que las utilizan. Se trata aquí de una vertiente reflexiva de la ciencia-ficción, la que a menudo ha servido para caracterizar a la ciencia-ficción escrita como una verdadera «literatura de ideas». Una literatura que ha utilizado especulaciones inteligentes surgidas en todos los ámbitos y, muy en particular, el de la ciencia y la tecnología o su impacto en la sociedad.
Pues bien, este libro se presenta como un ejemplo más de esa voluntad ya explicitada de utilizar la ciencia-ficción como elemento referencial para una actividad de divulgación científica.
El profundo conocimiento que el autor tiene del género, así como su ameno estilo narrativo hacen de este libro una lectura obligada para descubrir esa ciencia-ficción «necesaria».