Joris-Karl Huysmans nació en París en 1848. A pesar
de haber trabajado durante casi treinta años como funcionario del
Ministerio del Interior francés, Huysmans fue un exquisito
decadente, como se refleja en el lánguido, elegante y refinado marqués
Des Esseintes, protagonista de su novela À Rebours (1884),
verdadera biblia del decadentismo. En 1899 se retiró de la vida
mundana e ingresó como seglar en la abadía de Ligugé,
cerca de Poitiers.
Allá lejos apareció en 1891 y provocó un
cierto escándalo por su abierto satanismo y su elogio de los valores
del mundo medieval frente a los tristes principios del mundo moderno. La
obra se inicia con una crítica al movimiento literario del Naturalismo
(corriente en la que había militado el propio Huysmans), puesta
en boca del personaje Des Hermies, quien, frente a la estrechez de miras
del naturalismo imperante, propone el «naturalismo espiritualista»,
es decir, un realismo más brillante, que no deje fuera los fenómenos
espirituales y ocultos. Durtal, protagonista de la novela, está
escribiendo la historia de Gilles de Rais, Barba Azul, conocido ocultista
y satanista de la Francia del siglo xv, un personaje que le fascina. Fruto
de sus investigaciones sobre los macabros ritos y sacrificios que el mago
llevaba a cabo en su castillo de Tiffauges, Durtal entrará en contacto
con los herederos de la tradición satanista que pretende instaurar
el Imperio del Anticristo.