Obra de culto, merecedora del premio Ciudad de Barcelona, esta novela, a medio camino entre la narración y la evocación biográfica, es una de las piezas más bellas de entre todas las que ha generado el mito de Sissi. Princesa de Baviera, última emperatriz consorte de Austria-Hungría, anoréxica, republicana, lectora de poetas, frecuentadora de dementes, bohemios y revolucionarios, Sissi es el personaje en torno al que Ana María Moix, dueña más que nunca de un estilo lírico y turbador, construye su particular crónica, ficticia y a la vez verídica, de la decadencia del Imperio Austro-Húngaro. Más allá de la abundante documentación que a lo largo de los años ha arropado la figura de esta mujer excepcional, Moix nos cuenta la historia de Elisabeth de Baviera de un modo a la vez tierno y distante, utilizando como coro el vasto ritual burocrático de la corte más protocolaria, ordenada y perversa del mundo. De las cadencias de este vals mortífero surge la figura misteriosa, errabunda, cruel y desesperada de una heroína de fin de siglo, víctima y protagonista de la patética decadencia de un Imperio que, con Freud, Wittgenstein, Musil, Broch, Mahler, Loos y Klimt, alumbró nuestra definitiva modernidad.