A manos de Berta, una diseñadora barcelonesa, urbana y cosmopolita, llegan los diarios de Fiona Courtauld, una inglesa antepasada suya, cuyo apasionado temperamento se rebela contra la hipócrita sociedad victoriana. A través de dos cuidados registros de escritura, de acuerdo con el momento histórico y cultural de cada personaje, la novela desarrolla, en paralelo, las experiencias sentimentales de estas dos mujeres, únicas voces que aparecen en el relato.
La autora recurre a la literatura dentro de la literatura: si Berta elige los e-mail para comunicarse e ir intimando con un editor interesado en publicar los diarios de Fiona; ésta será en las páginas de sus cuadernos secretos donde irá dejando la memoria de sus sentimientos y del dolor causado por una progresiva ceguera, amarga experiencia únicamente compensada por el descubrimiento de la pasión amorosa. Aunque la vida sentimental de las dos protagonistas no tiene nada en común, al final ambas coincidirán al elegir la idea frente a la realidad.
La obra recrea con abundante información la atmósfera, cultura y sociedad de la época victoriana, de la que hace una crítica implacable, no exenta de una fina ironía que delata la influencia de los autores ingleses del siglo XIX.