Howard Pyle (1853-1911), ilustrador y autor de narraciones de
aventuras norteamericano, creó un estilo propio de ilustración
lleno de vida, fuerza y realismo histórico que ha hecho volar la
imaginación de varias generaciones de lectores.
El presente volumen reúne diversas historias, acompañadas
de ilustraciones (a color y en blanco y negro) de Pyle sobre aquellos marineros
de los viejos días que navegaban a lo ancho de inexplorados océanos
en sus pequeños barcuchos de menos de cien toneladas, en busca de
aventuras, de mares desconocidos, y también tras los tesoros de
los anchos galeones españoles que surcaban de un lado a otro el
mar Caribe y atravesaban el canal de las Bahamas. Frobisher, Davis, Drake,
Morgan, Kidd y muchos otros «caballeros de fortuna» llevaban
una vida al límite, navegaban siempre sin rumbo fijo, sin hogar,
fuera de la ley, en un océano inmenso. De pronto, desaparecían
durante meses, iban a carenar el barco en alguna playa desierta, y volvían
a aparecer inesperadamente para abatirse sobre algún mercante con
estruendo de mosquetería, gritos, alaridos y un infierno de pasiones
desatadas. Pues también la crueldad está presente en estas
historias: cuando los galeones españoles lograban hacer prisioneros
entre los piratas ingleses, la muerte era la pena más leve que se
les aplicaba; si los ingleses salían victoriosos de su ataque, torturaban
también a sus presas con una saña que atemorizaba al resto
de la flota. La crueldad genera crueldad, y es difícil decir quién
era más eficiente torturando a sus víctimas, si los ingleses
o los españoles: hoy todo esto es leyenda.