¿Soy una escritora argentina?
La nacionalidad suele ser una noción abstracta. Un escritor, sean cuales fueren la lengua en la que escribe y el país donde reside, depende de su mundo imaginario, de sus lecturas; no está asociado a un grupo de hombres, conscientes de su unidad, en un territorio preciso y una lengua inamovible. Un escritor tiende a distanciarse de las comunidades y busca el aislamiento, la diferencia que conduce a la unidad: su pensamiento vuela por encima del tiempo y de los límites.
Un escritor pertenece al país de su pasado. Si tengo que decir que soy argentina para decir que dependo de mi pasado, entonces, efectivamente, soy de esa nacionalidad. No decirlo equivaldría a traicionar mi núcleo más sensible, el que contiene la fuente de mi existencia y de mis libros.
Silvia Baron Supervielle nació en Buenos Aires. Su madre era uruguaya, de origen español. Su padre argentino, de origen francés. Su madre muere cuando tiene dos años. Recibe de su abuela paterna, prima hermana del poeta uruguayo Julio Supervielle, una educación de cultura francesa. Escribe sus primeros poemas y cuentos en español.
En 1961 viaja a París. Su estancia se prolonga y continúa sus escritos directamente en francés. Se considera una escritora del Río de la Plata, cuya escritura se recreó con la lengua francesa. Ha publicado varios libros: poemas, narraciones, ensayos. Ha traducido al francés a poetas como Borges, Macedonio Fernández, Alejandra Pizarnik, Roberto Juarroz, Silvina Ocampo, etc. Y al español la poesía y el teatro de Marguerite Yourcenar.