Esta obra es la cima de la historiografía griega y constituye la primera Historia concebida desde una perspectiva científica que podríamos considerar moderna. Su fuerza e interés residen en la aplicación rigurosa, por parte del autor, de un método histórico de investigación objetiva al conflicto entre Atenas y Esparta, las dos grandes potencias de la Grecia clásica, y su decidida voluntad de que a partir de su narración sea posible predecir el curso de futuros acontecimientos históricos, dado lo inmutable del comportamiento humano.