La autora amalgama en este intenso libro realidad y ficción, memoria y fantasía, a través de cuatro cartas escritas por la protagonista a otros tantos personajes a los que en distintos momentos de su vida ha amado. Cartas en las que pretende reflejar no sólo su evolución personal, sino los cambios sociales y políticos que van desde el final de la guerra civil hasta poco después de la muerte de Franco. Los cuatro destinatarios póstumos de las epístolas son su madre, un profesor de literatura, un joven de origen humilde dueño de un extraordinario talento como dramaturgo y de ambivalente sexualidad, y un impenitente Don Juan que, tras un largo exilio en Venezuela, regresa a Barcelona a finales de los sesenta, en tiempos de la gauche divine, en el momento en que el primer matrimonio de la narradora está en pleno naufragio.