«–Porque si usted hubiera mantenido la boca cerrada aquella mañana y no se hubiera empeñado en impresionar a un medicucho de provincias, hoy ese Doyle seguiría muriéndose de hambre en su consulta y esa deleznable criatura suya, el detective del gorrito y las jeringuillas, no se habría hecho famoso en el mundo entero resolviendo versiones infantiles de los crímenes que yo resolví.» Eddie Knox regresa a Londres después de cinco años de exilio forzoso en Ceilán. Son los primeros días de diciembre de 1894, y la ciudad se prepara para vivir el invierno más frío que se recuerda en las Islas. En compañía de Violet, su hermana gemela, una actriz dedicada en cuerpo y alma a la difusión de la fe espiritualista, y de su viejo amigo Osmond Starrett, escenógrafo y detective aficionado caído en desgracia ante Scotland Yard, Eddie se verá muy pronto inmerso en la investigación de una serie de crímenes relacionados con las andanzas de los Resucitadores, un misterioso grupo que parece haber alcanzado el milagro definitivo: el regreso de los muertos a la vida.