Atormentado por las pesadillas de la guerra, Devlin St. Just, conde de Rosecroft, huye a su mansión de Yorkshire en busca de sosiego. Allí conoce a la pequeña Winnie y a su prima, Emmaline Farnum, quien está a cargo de la niña. Emmie es hija bastarda de un noble, y se ha jurado a sí misma que jamás cometerá el mismo error que su madre. Por eso, cuando Devlin le propone formar juntos un hogar para Winnie, ella se muestra muy reticente. Y a pesar de que las decisiones que tomó en el pasado la obligarán a apartarse de su lado, Emmie se siente cada día más atraída por los besos del coronel. ¿Será capaz de resistirse a su encanto?