Publicada por primera vez en 1982, esta novela recorre varias décadas en las vidas de la familia Tull de Baltimore, Maryland. La historia empieza con la madre de la familia, Pearl, de 85 años, en su lecho de muerte, que trata de reconciliarse con su pasado. Pearl nunca olvidará esa noche de domingo de 1944 en que su marido abandonó para siempre la pequeña casa adosada de Baltimore dejándola sola a cargo de sus tres hijos en común. A partir de entonces, la familia pasó a depender del precario trabajo de Pearl, que, humillada por su nueva situación, se convirtió en una mujer llena de una amargura que trasladó a sus hijos, quienes afrontaron la nueva situación desde ángulos muy diferentes: Jenny, enérgica y determinada, se muestra cariñosa con los desconocidos pero incapaz de mostrar sus sentimientos en casa; Cody, el hermano mayor, salvaje e incorregible, desarrolla unas enormes ansias de dinero y poder; y Ezra, dulce y torpe, el ojo derecho de su madre, no abandona jamás sus deseos de convertir su familia en la familia perfecta que nunca tuvo. Ahora Pearl y sus tres hijos se han reunido de nuevo. Todavía queda mucho rencor entre ellos, pero también esperanza. Narrado desde cuatro puntos de vista, el libro cuenta las distintas maneras de sobrevivir al dolor. Pero más allá de ser un relato de incomprensiones y silencios, se trata de una historia de amor y de perdón, y, sobre todo, es un relato de la dificultad de aceptar las debilidades ajenas, en especial las de los que tenemos más cerca.